Un delicioso aperitivo consigues trufando un queso Brie o Camembert.
Estando frío córtalo en 3 capas horizontalmente, y pon entre cada una láminas de trufa negra fresca, luego vuelve a armarlo, lo envuelves y dejas reposar un par de días dentro del refrigerador. Al servirlo debe estar a temperatura ambiente.